¡Hooooola! Hace tiempo que os tengo abandonaicos, pero es que con el tema del dichoso virus este y todo el trabajo que tengo que hacer a diario para desarrollar mis capacidades cognitivas y motrices, sólo me queda tiempo para jugar, comer, dormir y hacer muy felices a mis papis y a mi hermano.
¿Sabéis? En estos últimos meses he hecho muchos avances; ya se decir “no”, con la boquita y con mis deditos y hay muchos animalitos de la granja que soy capaz de identificar: la vaca, el perro, el gato, la oveja, el cerdito… y animalitos de la selva también: la cebra, el león, el cocodrilo, la serpiente.... que me da un poco de asquito! Son avances muy positivos dicen mis papis, que están cada vez más contentos, pero todavía me queda mucho aprender y disfrutar.
Además, me gusta mucho jugar al escondite. Me oculto detrás de mi papi y no me encuentra hasta que yo quiero ¡Es muy divertido! Y también me gusta mucho escuchar música y bailar, me marco unos bailes que no veas.
Pero con lo que flipo de verdad es con el caminar. Y es que ¡Ya puedo caminar! Mejor dicho ¡Correr! Es que pongo las manitas en el suelo, levanto el culete poniéndome así, como en posición de velocista que casi me voy a caer de boca, veo el pasillo y ¡¡¡ PIIIIISTA !!!!… mis piernas toman carrerilla y parece que tienen vida propia ¡Ya puedo ir sólo y sin coger de la manita! Aunque mis papis a veces me cogen por precaución. Me he dado cuenta de que andando no voy tan rápido como gateando, todavía, pero es muy divertido porque al ponerme de pie tengo algunas cosas más cerca de mis curiosas manitas: los botones de la lavadora, con esos pitidos tan chulos que hace, como los del horno, jejeje; los cajones y puertas de armarios, que ocultan unos enormes tesoros para mí: ropa; los pomos de las puertas…; los libros de las librerías… ¿Os he dicho que me encanta leer cuentos? ¡Un día os voy a leer uno! Tengo muchos cuentos muy divertidos, con muchos animales, con muchos colores, con sonido, sin sonido… ¡Muchos, Muchos!
